27 de mayo de 2010

Peca, Pica y Poca

Salieron al jardín tres hormigas: Peca, Pica y Poca. Era su momento de relajo. Decidieron escoger la hoja más acolchonada de todas (la de una higuera tal vez) y hecharse a descansar. Peca se quedó dormida al instante. Pica y Poca también. Al cabo de pocos minutos los aspersores de riego automático del jardín se prendieron y comenzó lo que para las pobres hormigas vendría a ser una lluvia torrencial. Debido a las gruesas gotas de agua que caían Peca se levantó inmediatamente, mientras que Pica y Poca también se levantaron inmediatamente. Peca abrió su paraguas, pero Pica y Poca también abrieron los suyos. La "lluvia" paró y luego salio el sol, porque siempre luego de una gran tormenta los aspersores de riego automático se ocultan y el jardín se ilumina nuevamente por los potentes focos de luz halógena que tiene enderredores. Aprovechando la humedad del grass, Peca se puso sus botas especiales y comenzó a patinar sobre el césped mojado. Peca y Pica, también. Luego de algunos minutos de jugar al patinaje sincronizado decidieron jugar al nado sincronizado. Se había formado un gran charco donde por varios minutos las alegres hormigas chapotearon sincronizadamente una danza digna de obtener 9.99 puntos en cualquier olimpiada.

to be continued... (siéntanse libres de continuar la historia a discreción)

Mientras tanto los dejo con un entremes por el Dr. Chapatin.